El Castillo de Edimburgo

Por: Eva del Amo

El Castillo de Edimburgo es, en realidad, una antigua fortaleza que hoy se ha convertido en el verdadero símbolo de la ciudad. Más de un millón de personas visitan todos los años este impresionante recinto, que domina toda la ciudad asentado sobre la colina de Castle Hill.

El Castillo de Edimburgo

El Castillo está protegido por su ubicación, ya que está rodeado de acantilados. La única vía de acceso es Castlehill, una calle que es la prolongación de la Royal Mile y que hoy en día constituye una de las más transitadas de la capital escocesa.

Para observar las instalaciones es necesario disponer de varias horas, ya que hay diferentes lugares que visitar, como la capilla de Santa Margarita, que ocupa el recinto más antiguo del castillo. Además, todos los días de la semana excepto los domingos, a la una en punto de la tarde, se lleva a cabo el disparo del cañón, una tradición que data de mediados del siglo XIX. Su función, antaño, era indicar la hora a los habitantes de la localidad.

También merece la pena visitar las Joyas de la Corona y la Piedra del Destino, sobre la que se coronaba a los reyes escoceses, además del Memorial Nacional de la Guerra de Escocia y el cañón Mons Meg, del siglo XV. Por último, es de visita obligada las cárceles situadas en los sótanos del castillo y el Museo Nacional de la Guerra.

Cómo llegar al Castillo de Edimburgo:

El Castillo de Edimburgo está situado en Castle Hill, en pleno centro de la localidad, por lo que merece la pena acercarse hasta él andando. Su horario es de 9,30 a 18 horas (de abril a septiembre) y de 9,30 a 17 horas (de octubre a marzo). La entrada de los adultos cuesta 14 libras, la de los niños de 5 a 15 años se cobra a 7,50 libras, y la de mayores de 60 años y desempleados vale 11,20 libras.

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